martes, 29 de enero de 2013

¡Se sufre siendo Orondo!


Cuando su madre llegó a la casa con un paquete de sándwiches de miga, Orondo soñó encontrar la luz.
Todo el fin de semana alimentado a base de ensaladas y caminatas lo estaban aniquilando. Esta era una oportunidad de sobrevivencia. “Una luz en el fondo del pasillo a las 4 de la mañana, más o menos” imaginó.
Ella corrió a… repasar el Teorema de Pitágoras. Orondo sigilosamente se acercó al paquete estacionado en el pasillo, junto a la puerta entreabierta del baño.
En el momento justo que la mujer emitía el interminable suspiro de alivio  comenzó a despegar la cinta de un extremo, como cuando queremos ver un regalo que estamos por entregar, de manera que al pegarlo nuevamente quede como nuevo.
-¡Ni se te ocurra! Son para llevar al cumpleaños de Martita –ladró sargenta del otro lado de la puerta.
La cinta del paquete volvió a su lugar.
El adolescente suspiró disconforme a escasos metros de las desagradables galletitas bajas calorías. “¿¿¡Qué sentido tiene llevar cosas ricas de regalo a un cumpleaños, donde está lleno de cosas ricas!??” pensó. “¡Viejas sangucheras…!”.
Se sufre siendo Orondo.


Bonus: Versión de la ilustración, continuada por mi hijita.

Banda de Sonido recomendada: "The Door", Corrosion Of Conformity.

martes, 22 de enero de 2013

Colección VERANO:"Canillas II"






Banda de Sonido recomendada: "Milonga del peón de campo", Jorge Cafrune.

jueves, 10 de enero de 2013

Colección VERANO: "Canillas I"



Banda de Sonido recomendada: "A New Day Yesterday", Jethro Tull



martes, 1 de enero de 2013

Escabeche


La llegada del nuevo año no lo atraparía en las peores condiciones, tal como sucediera la vez anterior. En esta iba a invertir bien los últimos $50 del 2012 que obtuviera por cortar el pasto del jardín de su insoportable cuñada.
Siendo las 20 horas del 31 de diciembre montó su vieja bicicleta y apresurado, temiendo no llegar a encontrar comercios abiertos, pedaleó como un condenado las 25 cuadras que lo separaban del centro.
-Un “Latitud” y ese frasquito de escabeche de liebre, por favor –pidió iluminado ante la sonriente empleada de la rotisería.
El camino de regreso, ya aliviado por poseer la preciada carga, lo hizo relajado y saludando a Dios y a María Santísima.
Dispuso el manjar al centro de la mesa, a la izquierda la botella a medio descorchar y a su derecha algo de galleta del sábado. Se preocupó por repasar los cubiertos para que tuvieran algún brillo especial que acompañara la ocasión.
Hacia las 11:20 horas puso en su tocadiscos un LP de Chet Baker. Luego, contemplando su pequeña mesa sin mantel, pero exquisitamente servida pensó: “Todo esto seguramente es de muy buen augurio”.
Ya sentado a la mesa y con algo de esfuerzo terminó de destapar la botella del delicioso tinto “en vidrio”, un gusto que pocas veces al año se daba.
Pero fue el frasco de liebre escabechada el que se resistió. La tapa habría sido fuertemente ajustada pues luchó incansablemente para quitarla del frasquito.
<   -… de lo que antes le llamaban “Muerte Natural”, vio – dijo la vieja a su vecino-. Qué va’cer, mi pobre cuñado no llegó al nuevo año según los médicos. Tuvo un ataque al corazón… ¿Quiere probar un poco de liebre al escabeche? ¡También tengo un vino medio fino riquísimo!

¡Feliz Año Nuevo para todos! O casi todos…

Banda de Sonido recomendada: "That Ole Devil Called Love", Chet Baker.